Yo no soy Joyce: V de Vendetta de Alan Moore y David Lloyd

jueves, 27 de enero de 2011

V de Vendetta de Alan Moore y David Lloyd



V de Vendetta
Allan Moore y David Lloyd

En un alarde de esplendidez egoísta decidí llevarme este gigantesco volumen,con mucho temor a que me encontrara con lo mismo que adaptaran en la película, pero con los nombres de la portada me olvidé de todo y tiré hacia adelante. Por cierto Moore renegó de la película y no tomó parte en ninguna de las decisiones del largometraje.

Años 90. El mundo ha caído en el absoluto desastre y en Inglaterra se ha implantado el poder autoritario y los usos dictatoriales. Todos son observados y analizados hasta en sus más mínimos movimientos y nadie osa hacer o decir nada en contra del régimen del miedo. Sólo un fantasma parece hacer frente a esta locura. Vestido de negro y con una máscara que oculta su rostro no le importa asesinar y torturar en busca de un bien mayor: el retorno de la justicia ciega e imparcial. Por su parte Evey es una joven londinense huérfana y asustadiza, que vive como todos, pero que tras su encuentro con el oscuro "V" nada volverá a ser como antes.

De Moore y de su obra ya hemos hablado aquí bastante y la última hace poco más de un mes, From Hell. Por ello sabemos que es un autor que nunca defrauda en sus obras, que siempre consigue sorprendernos y dejarnos pegados a su obra de principio a fin. En este caso,  creada en los 80 y terminada en los 90, es una novela atemporal, que trata sobre temas tan cotidianos como la justicia, la moral, la mentira, la libertad, pero que lo que la hace tan magnífica es la elaboración y el desarrollo, el aportar modelos rompedores con los moldes de entonces y de ahora. Además, se parece en muchos sentidos a las novelas de Orwell y Huxley, al hablar sobre la persecución al transgresor o al diferente y los métodos para ello. No podemos olvidar tampoco que Lloyd también forma parte del proceso creador como guionista, aunque su papel es más importante como dibujante, donde destaca en el manejo de las sombras y del movimiento y en la creación del protagonista, que sin duda es una pequeña gran genialidad.

Para quitaros el miedo a encontraros con algo parecido a la adaptación al cine, aseguraros que nada tiene que ver una con otra, es más, el final explosivo de la película, en el cómic es solo el principio. Y por supuesto el texto es mil veces mejor.

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