Siguiendo la idea del pasado jueves 15 de ir escribiendo post sobre las mejores obras del cómic ahora es el turno de Batman y La broma Asesina, considerada por muchos una de las mejores obra del murciélago pero, sin duda, es la mejor sobre su némesis,el Joker. En esta obra, el payaso será el protagonista indiscutible y en el que Batman es un acompañante y secundario más.
La novela comienza cuando Batman se acerca a Arkham para hablar con el Joker e intentar poner fin a la lucha en la que ambos llevan atrapados demasiado tiempo, o por lo menos darle sentido a la muerte que les aguarda. Todo transcurre como se espera hasta que el oscuro detective se da cuenta que está hablando con un impostor. El Joker ha huido. Comienza así una pelea entre ambos en la que además de observar el verdadero alcance de su locura podemos disfrutar con la que será el verdadero origen de este sociópata. Entre los colores y el sepia vamos descubriendo y conociendo al payaso, hasta un punto en el que incluso llegamos a entenderlo y compadecernos de él.
Alan Moore es el creador de este guión y nada más que con leer su nombre uno se asegura que es una genialidad. El autor de obras como Watchmen, Top 10, o V de Vendetta (que pronto será posteada) crea una de las obras de referencia en el Universo DC y una de las obras imprescindibles del mundo de Batman. Con un guión que abarca dos espacios temporales, llevados a cabo paralelamente, desarrollado con gran maestría, Moore crea una historia apasionante e intrigante sobre cómo puede surgir la locura, el poder y el efecto de esta sobre las personas. Hay varios momentos legendarios en esta obra, una es la conversación inicial en la que el murciélago parece desnudarse ante su enemigo en una búsqueda de comprensión y entendimiento entre ambos que permita que la lucha no termine en muerte. La otra (cuidado con el spoiler) es la parte final, en la que tras la pelea, Batman y el Joker alcanzan esa complicidad tan surrealista, que cualquiera de los fans aprecia e incluso llega a amar, en la que los dos están riéndose juntos.
El dibujante, Brian Bolland, será recordado siempre por este trabajo en el que el Joker se convierte en todo un icono. Bolland, siguiendo los patrones clásicos de este personaje lo lleva a cotas de genialidad dotándolo de una personalidad única y un aura carismática pocas veces alcanzada antes. Es uno de los dibujantes que mejor ha sabido captar y expresar la locura/cordura de este personaje, en el que cada gesto y cada expresión parecen indicar mucho más de lo que se ve, parece plasmar lo que piensa, lo que hay detrás de la sonrisa. Por cierto, en el volumen de PlanetadeAgostini, después de La broma asesina, hay una pequeña obra escrita y dibujada por él que merece la pena leer.
Cualquiera que quiera conocer mejor al Joker y la relación con su perseguidor, o que quiera acercarse por primera vez al mundo de las viñetas no debe, no se le permite, dejar de conocer esta obra y disfrutar de la locura genialidad de sus páginas.
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