Yo no soy Joyce: Superman, hijo rojo de Millar

jueves, 18 de noviembre de 2010

Superman, hijo rojo de Millar


Hoy toca algo genial, no que lo que hayamos publicado hasta ahora no fuera grande, pero como en todo, existen los denominados clásicos, como Watchmen o Maus. Y esta vez es de Superman. ¿Qué pasaría si el hombre de acero hubiera aterrizado en las estepas siberianas, en medio de la Guerra Fría? Un what if con una idea muy jugosa y con mucho potencial que los creadores elevan al máximo para publicar una obra maestra de las viñetas.

Ya hemos hablado varias veces de Mark Millar (Kick-Ass,The Ultimates) y ha quedado bastante claro que es un genio a la hora de elaborar guiones que consiguen darle una vuelta de tuerca más al mundo del cómic. En DC y Marvel parecen recurrir a él cada vez que quieren crear algo seguro y que enamore a sus seguidores.Vamos, algo importante.

En este caso desarrolla esa idea del qué hubiera pasado si Kal-El se convirtiera en el defensor del comunismo, en una verdadera arma en favor de la Rusia de Stalin. Este cóctel tan potente permite al guionista  crear complicadas escenas, en la que todo debe cambiar con respecto al universo original de forma que adquiera un sentido y una lógica creíbles. Millar redefine a todos los personajes importantes en la saga del hijo de Kripton: Luthor, Lane, Batman, Brainiac,...Todos ellos son reinventados para adaptarlos a un mundo diferente, pero manteniendo la raíz de lo que son.

También es obvio que si leemos algo de Millar vamos a encontrarnos con gigantes escenarios de batalla y peleas apocalípticas. Pequeñas aportaciones que vuelven loco de alegría al lector. Al tener las manos libres el escritor decide avanzar la historia e incluso terminarla (recordar que en estas creaciones del "que pasaría si" nada de lo que ocurra afectará al desarrollo normal del personaje original) y así decide que pasará con todos los personajes, pero no solo eso (jamás se queda este autor en lo mínimo)si no que además vemos una idea bastante divertida de la relación Superman-Luthor al final del tomo.

En cuanto al dibujo, bueno, al final no importa, ya que estamos tan metidos en la historia que la imagen es un mero mecanismo transmisor y hace su papel sin desmerecer al guión. Cierto es que yo hubiera preferido algo mejor, un dibujante que fuera capaz de dar la profundidad y espectacularidad de esta obra, pero ya es tarde y no voy a quejarme por eso.

Siempre he oído que este es uno de las pocas sagas de Superman que merecen ser salvadas de la quema, y debo decir que lo entiendo, pues es, como ya he dicho antes, algo grande. Es,pues, una obra imprescindible

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