Top 10 de Moore, Ha y Cannon

Llevaba tiempo queriendo sacar este cómic al escenario pero lecturas de última hora o contratiempos imprevistos lo han relegado a aparecer ahora, pero no pasa nada siempre que la lectura sea buena, y esta lo es. Simplemente con nombrar al guionista ya sabemos que tenemos algo bueno entre manos pues Alan Moore vuelve a hacer otra magistral obra para el mundo de la viñeta.

En una ciudad donde no ser un superhéroe o un supervillano es lo extraño, es bastante difícil conseguir que la ley y el orden se mantengan.Ppara ello un cuerpo especial de policías se encarga de salvaguardar al ciudadano y hacer que las leyes se cumplan, un equipo de super hombres y super máquinas dedicadas en cuerpo y alma a mantener la paz en su ciudad, en el planeta y en los demás universos. Nos encontraremos con casos extraños de asesinatos, violaciones, corrupciones de alto nivel y luchass de poder divinas. La verdad es que, al fin y al cabo, son los problemas a los que se enfrenta cualquier cuerpo de policía de una gran ciudad pero llevado a su extremo más macarra.

Qué decir del guión que no se sepa ya nada más leer el nombre del autor, pues Moore es de esos genios incomprendidos que su obra sólo la conocerán quienes se acerquen al cómic más allá de todo prejuicio, pues aunque como Frank Miller, Alan Moore se ha acercado, al cine no ha tenido el éxito ni el renombre de este con su adaptación de 300. De hecho Moore reniega de las adaptaciones de sus obras al cine.

En este caso, aunque no es para nada de desprestigiar, el lápiz pasa sin más pena que gloria, dejando que sean las palabras las que caractericen a los personajes y los doten de toda su personalidad. Personajes carismáticos y divertidos, siendo cada uno de ellos un perfecto ejemplo de la adaptación de los cánones y de los estereotipos: el duro, el humilde, el macho, el inteligente,etc... Son marionetas para dejar que la historia se desarrolle aportando cada uno lo que se espera de ellos, siempre perfectamente ajustados al guión.

Otra de esas obras por las que uno sigue gastando el dinero en cómics y por las que sus estanterías están repleta de grandes obras.