Yo no soy Joyce: Maus de Art Spiegelman

jueves, 28 de octubre de 2010

Maus de Art Spiegelman

Desde que empecé  leer cómics este título estaba pendiente, pero nunca conseguía que me apeteciera leerlo, sobre todo por el hecho de que es otra historia del holocausto y me daba pereza. Pero llegó el momento, me lo traje a casa y lo he leído. Mi impresión no puede ser mejor.

Art Spiegelman no sólo nos cuenta como su padre sobrevivió al holocausto si no como fue la relación entre ellos dos y cuanto le costó a Spiegelman adaptar la historia a las viñetas y conseguir captar el verdadero espíritu.

Vladek es un judío polaco al que la vida le sonríe pero que con el acercamiento de la Alemania nazi empieza a tener que sobrevivir y con él a cuantos le rodean. La realidad es más fuerte y de toda su familia y de la de su mujer quedarán ellos dos nada más, aun con todas las riquezas de su suegro. De vivir escondidos, negociando con sus últimos recursos, rebajándose ante los demás para poder vivir un día más, aprenderá de cada momento y sobre todo aprenderá a guardar comida, aun cuando casi no les quedara. Pasarán por Auschwitz a pesar de todas las tretas y allí será el infierno, pero con todas las habilidades de Vladek puestas al servicio de los capos podrá mejorar algo su estancia. Al final de la guerra Vladek conseguirá reunirse con su mujer y empezar una nueva vida en los Estados Unidos.

Cuando comenzó la campaña de desprestigio y acoso de la publicidad nazi, los judíos fueron asemejados a bestias, a ratas, para que perdieran ante los ojos del pueblo su naturaleza humana y poder ser así ser ultrajados sin miedo, ya no eran personas. Spiegelman, para retratar a los judíos usa ratones, un toque de ironía y de desdemonización de este pueblo. A través de su propia historia, como hijo de un superviviente que trata de contar la historia al mundo, el autor nos presenta tres atmósferas distintas: la historia de su padre, la difícil relación entre ambos, y las dificultades como autor de darle a todo un mayor realismo. La historia del padre es sobre lo que gira todo lo demás, pues al ser una biografía y autobiografía, es gracias a ella que las demás se desarrollan, adquiriendo así, el holocausto, un aspecto mucho más humano y cercano de lo que estamos acostumbrados con películas y documentales. Art enseña al mundo que tampoco fue fácil la vida para los que sobrevivieron, pues les habían marcado para toda la vida, y con ellos a sus familias, y el trato hacia ellos era muchas veces de incomprensión y de hastío, pues todo había pasado, pero ellos no pdían dejarlo pasar.

El dibujo en este caso no es más que un simple vehículo transmisor de la ídea, una forma mucho más amena de leer algo tan brutal y cruel sin tener que cerrar los ojos para evitar verlo, esta desdibujado y por lo tanto pierde su dureza. La dureza está en saber que la gente tuvo que pasar por eso.

Parece ser que la idea de esta novela era transmitir la realidad de la supervivencia judía en un momento en el que nadie quería saber de ello, pero de una forma lo suficientemente suave como para que poco a poco fuera calando en la gente el hecho de que todo eso sucedió y que se debía recordar. Por ello, y por la forma de contarlo, no es de extrañar que sea el único cómic que haya ganado el premio Pulitzer (1992).

1 comentario:

  1. Hola, yo lo leí hace poco. A mí me dio esta impresión: http://miedoalaliteratura.wordpress.com/2011/01/10/turismo-emocional-en-auschwitz-con-art-spiegelman/

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