Yo no soy Joyce: La playa de los ahogados de Domingo Villar

lunes, 20 de septiembre de 2010

La playa de los ahogados de Domingo Villar



La playa de los ahogados
Domingo Villar

La segunda novela que escribe Villar sobre el detective Leo Caldas. La primera fue Ojos de agua.

Esta vez es la aparición de un cadaver en las aguas de la ría de Vigo la que lleva al investigador a las playas de Panxón y que nos hará conocer un poco más a este gallego y su entorno.

Justo Castelo es un marinero apreciado por todos pero amigo de nadie, sólo su familia parece conocerle algo más, aunque no lo suficiente que pueda ayudar a resolver el misterio de su muerte, salvo un camino demasiado inaudito como  para que sea tomado en serio.

Ya con una experiencia mucho mayor y con un conocimiento más desarrollado el autor crea una obra más madura que su predecesora. El tiempo en la obra es marcado para que acompañe al lector y haga sentirle dentro de la investigación, tediosa hasta que se encuentran las pistas, donde la novela toma mucha mayor velocidad.

Se intenta ahondar  en la personalidad y la vida de los personajes, en especial del protagonista, Leo Caldas, y menos, pero para mi gusto mucho mejor llevado a cabo, de Rafael Estévez, el ayudante de Caldas. Mientras que tras el inspector se crea una trama más densas (e innecesaria); con Rafa, algunas ideas de vez en cuando y gestos bien definidos crean un personaje mucho más solido y creíble. Es en este aspecto en el que a mi parecer, con Caldas, no se consigue la idea de dar una personalidad que conecte con el lector. Buscar la conexión sentimental del hombre atareado, que tiene familia con la que no puede o no sabe tratar, y una relación rota, de un amor perdido, es algo manido y un recurso demasiado fácil, y que en este caso tampoco surte efecto.

En cuanto a la trama principal, la resolución del caso, se ve una mejora absoluta y una idea mucho más clara de lo que se quiere decir en cada momento y de lo que se quiere hacer. Cada paso en la investigación se nota que ha sido pensado y en la que el escritor lleva la batuta siempre para hacernos pensar lo que él quiere que pensemos y al final encontramos un resolución del caso sorpresiva que agrada al lector.

Una bastante aceptable novela negra que espero que en una tercera entrega, la evolución que hemos visto en las anteriores, llegue a un punto álgido en el que todos los aspectos de una novela se mezclen y den algo interesante.

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