Yo no soy Joyce: Historia de dos ciudades de Charles Dickens

lunes, 21 de marzo de 2011

Historia de dos ciudades de Charles Dickens



Historia de dos ciudades
Charles Dickens

Recomendado desde hace no sé cuanto tiempo, criticado por no haberlo leído, un día en una librería lo vi y decidí que era el momento de ver si era para tanto el follón que me habían montado.

Un médico por fin ha sido liberado de la Bastilla tras 18 años encarcelado y sólo la presencia de su hija, a la que no conoció, conseguirá hacerle volver de la locura en la que había caído. Tiempo después un joven francés es acusado en Londres de alta traición, la intervención de la hija del médico será la que consiga salvarle de la muerte. A partir de aquí comenzará una historia de amor entre los dos jóvenes. El problema será que los dos antiguos condenados poseen historias que han de ser calladas por el bien de la familia.

En un relato, que tarda 250 páginas en comenzar el hilo argumental principal, y que tiene como telón de fondo la convulsa época de la Revolución francesa de 1789, lo principal no es la historia de amor, ni las vidas de los personajes, ni la venganza, ni siquiera el entrecruzarse de los hechos para acabar en una madeja bien hilada. El verdadero fondo de la novela son los sacrificios que soporta uno de los personajes, y la humildad con la que éste encara su porvenir. Aunque desde mucho antes del final se deduce cómo acabará, no por esto deja de ser interesante y sigue emocionando a quien lo lee.

Dickens enfrenta las ciudades de Londres y París, una sufre la revolución americana en sus territorios de ultramar, mientras que la otra la sufre en su propio territorio. El autor se cuida muy bien de esbozar una situación previa despótica en la Francia prerrevolucionaria, en la que los nobles se sienten con el poder de humillar y maltratar a sus siervos para hacer comprender por qué acabó todo cómo acabó. Pero aun así también mostrará la desbocada ira y la locura de la etapa posterior, que hizo pasar por el cadalso a todo aquel que fuera denunciado por enemigo de la República en los peores momentos del Terror. Así mismo el novelista no olvidará el papel de la mujer en este período aunque parece querer desdibujarlo cuando muestra a dos de las revolucionarias protagonistas como sedientas de venganza y sin escrúpulos.

Este tipo de obra ahora sería llamada novela histórica, pero por Dios ni se os ocurra hacerlo, es una obra magnífica en la que el autor aprovecha para mostrar, a través de su obra, un momento sangriento de Europa y desarrolla en ella una historia de lealtad y amistad como hay pocas. Debo reconocer que, si no fuera por Dostoievski, esta obra sería mi favorita sin lugar a dudas.

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