Yo no soy Joyce: El jugador de Dostoievski

sábado, 13 de febrero de 2010

El jugador de Dostoievski

Acabo de cerrar el Jugador de Dostoievski y sin duda sigue siendo uno de mis escritores favoritos. Es increíble como plasma la sicología humana y su corazón.


Nos encontramos con un joven preceptor de una familia de clase alta. Una familia caída en las garras del juego y por tanto destinados a perder todo lo que tenían. Este joven será el narrador de todos los sucesos tanto de la familia como suyos propios. Pero como no puede haber otro final en Dostoievski las cosas salen mal.
Lo más interesante de Dosotievski es lo genial que describe las sensaciones que acompañan a uno a la hora de jugar dinero en las mesas de cartas o en la ruleta. Cualquier persona que haya jugado algo de su bolsillo se verá rápidamente como si estuviera él mismo jugando. He recordado todas las veces que he jugado a la ruleta, el miedo y el vértigo a ver moverse la maldita rueda y, cuando se paraba, una alegría desbordante al ganar o una perplejidad inaudita cuando se llevan tu dinero sin más. Y es tan genial este ruso que llegas a difrutar de verdad con cada partida, yo por mi parte estaba tan nervioso algunas veces que me saltaba renglones solo para saber si habíamos ganado o perdido, pero aunque se venza, el final es previsible.

Pero como es lógico el autor no se centra en un solo tema. La visualización de la cultura rusa, esa forma de ver la vida que tan bien sabe recrear, en el que las clases altas muestran sus más perversas faces, en el que siempre un joven, siempre de buen corazón y culto, intenta mostrar su grandeza a los demás. Es muy a destacar como en muchas de las obras de Dostoievski estos jóvenes héroes presentan grandes similitudes: un gran corazón, un alma más o menos limpia, gran cultura y demasiada altivez.

Y otro tema es el amor. ¿Qué sufrió nuestro ruso para describir así el amor? Hombres que lo dan todo, hasta sus almas, solo por el placer de ser esclavos de la persona amada; mujeres tercas, orgullosas, mentirosas y conspiradoras, casi serpientes venenosas, que se dejan amar pero que luego odian e insultan a los jóvenes pretendientes. Aunque siempre es una mezcla atractiva.

Sin duda otra obra maestra sobre lo más oscuro del alma humana y, por supuesto, de la Literatura.

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