Yo no soy Joyce: Cuando empiezas a darte cuenta de algunas cosas

viernes, 7 de noviembre de 2008

Cuando empiezas a darte cuenta de algunas cosas


Son las 10 de la noche. El día ha sido más largo de lo normal. Y ha empezado avisando de que sería un día duro, deshacer el camino andado, cerca de tu destino y volver a hacerlo sólo por una equivocación. Las vacaciones ya no son de un mes. Trabajo todo el día, comes y a clase. Pasas 5 horas escuchado algo que crees que has elegido hacer, pasas 5 horas intentado aprender, pues es lo que crees que quieres hacer. Pero lo que decidiste en un momento de absoluta serenidad no puedes rechazarlo ahora por un mal día, en el que el cansancio empuja tus ojos, y con ellos a todo el cuerpo. Has decido hacer una camino que sabías duro.

Son las 10 de la noche. Es hora de irse preparando para salir. Las botellas en las bolsas o la cerveza en la mano. Vas bien vestido y las niñas son un iman para tu cuerpo y tu mente. Todo está preparado para destrozarte el higado y dejar tu cerebro tan seco como una pasa. Por la mañana recordarás cosas de las que te reirás y te reirás de lo que no recordarás. Te gusta lo que haces, te gusta como lo haces y no cambiarías nada, para qué?por qué?

Son las 10 de la noche. Vuelves por fin a casa, caminando como si tiraras de tu cuerpo, dándote ánimos, que ya queda poco, que ahora te sientas y lo gozas como un campeón, te animas. Pero empiezas a pensar que mañana, sabado, a las 7.30 otra vez en pie, que realmente sólo vas a tener un día para descansar, el domingo, un día que has detestado desde que se convirtió en inseparable compañero del lunes y con el que nuca has descansado realmente. Cuando vas llegando, sientes un poco de ansiedad por llegar, una chica se te cruza y te das cuenta, es viernes!!!empiezas a ver gente donde antes no había nadie, ves botellas y bolsas, gente arreglada y con alegría de lo que está por venir. Algo se dibuja en ti, de eso ya no tendré más, algo acaba de morir dentro de ti.

Has empezado un camino que se extiende tan largo que no ves el final, ni si quiera llegas a alcanzar los pocos metros delante de ti.Pero es un camino que ya no puedes desandar. Dejas cosas atras que fueron parte de ti.

Pero ahora lo sé, he perdido cosas, pero lo he hecho para ganar lo que toda mi vida he deseado tener, y para ello, durante el camino, es muy seguro que no tenga ni lo uno ni lo otro. Pero debo saber que si consigo una parte de lo que quiero hacer, el cambio, seguro, será beneficioso para mí. Y con eso afronto el por venir con fuerza.

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