Yo no soy Joyce: Plaga de palomas de Louise Erdrich

lunes, 15 de marzo de 2010

Plaga de palomas de Louise Erdrich


Plaga de Palomas
Louise Erdrich

En la reserva india de Dakota del Norte, a través varios personajes, se nos muestran las consecuencias del asesinato de una familia blanca y que llevó al ahorcamiento inmediato de 5 indios sin un juicio y que fue llevado a cabo por gente del pueblo de Pluto, un pueblo de blancos dentro del territorio de la reserva.


Evelina, el juez Coutts, Marn Wolde y Cordelia Lochren serán los protagonistas y los encargados de relatarnos la vida en la reservar y los destinos de las personas que más directamente vivieron o sufrieron las consecuencias o de gente que simplemente vive con los que allí estuvieron de aquella matanza atroz.
Evelina es una niña india, inocente, que ama a sus padres, juega con su hermano y disfruta de la compañía de su abuelo y de los hermanos de este pero que con el paso del tiempo irá descubriendo lo que todos descubrimos al hacernos mayores: que nada es tan bonito como queremos creer, y que la gente que nos rodea y queremos no es tan pura como se supone que deberían ser.
El juez Coutts es ya mayor, un medio indio que ha estado toda su vida de juez intentado mejorar la situación de su pueblo para al final darse cuenta que siempre ha estado solo y que desea la compañía de una mujer a la que intenta conquistar y romper esa barrera que los separa.
Marn es una joven a la que el amor hacer perder toda la sensatez que alguien de poca edad pueda tener y que la lleva a escaparse de su familia solo para estar con el hombre al que ama. Vivirá la vida de él, la vida de un hombre que ha encontrado un camino difícil de seguir y al que Marn consigue sobrevivir tanto por el amor que le profesa como por el poder de la palabra de él.
Cordelia es una anciana blanca que recopila la historia del pueblo de Pluto y de la reserva para la revista de la sociedad histórica de la que es presidenta.

En una novela coral en la que cada personaje posee algo que contar, algo que de una manera intrincada nos lleva a la solución del crimen. Tenemos las distintas formas de ver la vida y de narrarnos como una vida puede ir convirtiéndose en un infierno o en algo normal solo con haber elegido una opción y no otra. Plaga de palomas no es una novela negra por mucho que su comienzo así lo indique, es más, el crimen es una simple algo que está ahí pero que no influye para el desarrollo de los personajes. Es una novela que refleja la vida de una reserva india, que narrando la historia nos acerca a un mundo y a una cultura que para nosotros es algo lejano y completamente desconocido. Y, como es lógico, se deja oler cierto perfume de experiencia personal de la autora que le da un toque más profundo a las vivencias.

La cadena de acontecimientos que se originan tras el asesinato y que se supone influyen tanto en la vida de todos los personajes solo se convierte en algo relativamente importante en algunos puntos de la vida de cada uno y que parece que es un pretexto para contar otras historias y enlazarlas de alguna manera para darle más importancia o más interés al texto. El resultado de todo, la solución del crimen es algo que se cuenta de manera rápida pareciendo querer contentar al lector, cosa que desde mi punto de vista no es necesario. Es como cuando en una película te cuentan lo felices que son los protagonistas tras conseguir lo que querían. No hace falta, por la simple razón que a lo largo del texto uno se termina olvidando de los cadáveres para dejarse llevar por las historias y relatos que nada tienen que ver. De hecho otros sucesos llegan a tomar mucha más relevancia que lo que se supone que es el precusor.

Una de las grandes virtudes de esta autora es lo fácil que consigue engarzar unas historias con otras, cómo nos hace surgir la necesidad de conocer cierto relato y que sabe darnos en el momento justo y de una forma excepcional. Sin duda es una gran “cuentacuentos”. Es en las historias pasadas, cuando nos cuenta las aventuras de los antepasados, donde mejor se demuestra su experiencia personal y donde mejor relucen sus dotes de narradora. Es una obra costumbrista, una obra sobre la cultura india desde el momento de la creación de las reservas americanas donde fueron apartados los antiguos pobladores y de cómo estos se acostumbraron a la cultura europea y la asimilaron. De hecho una de las partes más interesantes, o digamos más bien, de las vidas más interesantes, es la de Mooshum, un anciano que al final de su vida termina rebelándose contra todo aquello que le han enseñado (todo de marcada influencia europea) y lucha por volver a sus raíces.

Es una novela interesante, que se deja leer y disfrutar. Una sencilla y agradable forma de acercarnos a un pueblo tan interesante y tan desconocido como el amerindio. Una lectura donde todos los participantes de la historia son personas normales, con los que es fácil identificarse pero creo que la mirada es demasiado inocente y no hay verdadera maldad, por mucho que haya una matanza de telón de fondo. Los personajes, ni siquiera uno, poseen cierta oscuridad del alma, son todos buenos o que terminan volviendo a la bondad y al corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario