Yo no soy Joyce: Oda a un amigo

viernes, 16 de enero de 2009

Oda a un amigo


Anoche, ya tarde, recibí la llamada de Ángel. Algo me había comentado en nuestra última conversación que me hizo sospechar que nos veríamos pronto. Cual fue mi sorpresa al saber que no sólo lo vería el domingo, sino que era para despedirnos. Se va a Londres a emprender una aventura, un camino personal que debió comenzar hace ya tiempo.

Ha sido mi mejor amigo desde el primer momento que empezamos a hablar. Cierto es que nuestras formas der ser son completamente opuestas, es más, yo no hubiera llevado todo su plan tan en silencio y con tanta discrección, pues quien me conoce sabe lo dicharachero que soy, y lo que me gusta tener todas las opiniones posibles para forjarme una idea o plan. Siempre ha estado conmigo y he hablado de absolutamente toda mi vida con él. Toda decisión ha sido tomada con su apoyo o por lo menos tomando en cuenta su opinión, tanto es así que debereis culparle a él de algunos de mis muchos errores y alabarle por todos mis pocos aciertos.

Es cierto que hemos discutido, hemos peleado e incluso alguna vez hemos tenido algo más que palabras (pero eso fue sólo por mi parte) pero gracias a dios nuestro respeto mutuo y nuestros grandes sentimientos evitaron, primero una gran ofensa, y segundo una perdida importante en nuestras vidas.

He aprendido mucho de él. De su forma de ser, de llevar a cabo sus planes, de su comportamiento ante la vida. Siempre he admirado su fuerza y su discrección en su vida. Ha sabido llevar con mucha delicadeza grandes problemas, aunque si he de ser sincero, más de una vez se ha estrellado por no hacer uso de sus dones.

Es un ser abierto y simpático, llegando a ser muchas veces un compañero divertido y muy agradecido. Ha sabido escuchar con admirable respeto todos los desvarios de un pobre loco mostrando incluso interés, o pareciendo mostrarlo, haciendo creerme que me tomaba en serio. Sin duda es de aplaudir la forma en que ha conseguido ponerle los pies en la tierra a una persona que no solo gusta de soñar, sino que podría convertirlo en su vida real si lo dejasen.

Me siento orgulloso de ser amigo de una persona que es capaz de dejar todo, su hogar, sus amigos y su vida, por que siente que no será feliz si sigue así. Me descubro ante una persona con tanta fuerza, arrojo y valentía.

Te aplaudo y sobre todo te doy el más absoluto y sincero apoyo.

Desde Madrid, un amigo que se queda solo

No hay comentarios:

Publicar un comentario